lunes, 3 de diciembre de 2012

Averías en buses extraurbanos fraguan desgracias


Los pasajeros exponen sus vidas al viajar. F. Cortesía Autue
Alteraciones a las unidades y desperfectos mecánicos dejan a los pasajeros en riesgo latente.

Por: Ronald Mendoza

Considerado un sistema anacrónico, el servicio de transporte extraurbano, con sus unidades alteradas en dimensiones y sistemas mecánicos, aunado a un deficiente control por parte de las autoridades respecto del buen estado de los buses y la calidad del servicio, fragua con sus averías desgracias inminentes, que en no pocas ocasiones han cobrado la vida de decenas de usuarios.
“En Guatemala es común que los transportistas hagan modificaciones a las dimensiones de los autobuses, para ello extienden la longitud de la unidad soldándole en la parte trasera un área más, lo que aumenta el número de asientos y, por ende, la capacidad de pasajeros; además, cambian las cajas de velocidades, lo que indudablemente exige la sustitución del sistema de frenos y el motor, violando en muchas ocasiones las especificaciones técnicas del fabricante”, refiere al respecto Edgar Guerra, presidente de la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano (AUTUE).
Otras de las transformaciones que afectan a las unidades son la colocación de una “cantidad excesiva” de parrillas y escaleras y la adhesión de partes decorativas de aluminio al frente o a los laterales de los buses, lo cual trastoca el rendimiento de los automotores y los hace más endebles a accidentes (vea: Riesgo latente).
“En el pasado han ocurrido percances viales donde la soldadura del espacio añadido luego de las llantas traseras, ha cedido y ha dejado victimas mortales; en el caso de las alteraciones a las cajas de velocidades, esto ocurre mucho en el transporte que viaja hacia el occidente, pues se han detectado unidades que corren a más de 140 kilómetros por hora, y ya todos conocemos las consecuencias de estas imprudencias”, detalla Guerra.
Según la AUTUE, hasta septiembre de 2012 habían fallecido 122 personas en accidentes de buses extraurbanos, mientras se reportaban 517 heridos.
Aunado a lo anterior, el hacinamiento en las unidades es algo tradicional, donde los pasajeros viajan hasta en el techo de los buses “sin que ninguna autoridad actué drásticamente frente a estas irresponsabilidades”; “hay que considerar que la supervisión que mantiene la Dirección General de Transporte (DGT) no es permanente, lo cual extiende las posibilidades para que estas irregularidades ocurran y sean frecuentes”, subraya el presidente de la AUTUE.
De esta cuenta, Jorge de León Duque, procurador de los derechos humanos, destaca que los desperfectos indicados con antelación y los abusos a los usuarios “son evidentes, y no hay que esperar tanto para tomar acciones para enfrentar este flagelo”, dice.
“Para conocer de la mala calidad del servicio y el mal estado de los buses no es necesaria una denuncia, simplemente basta con ver en horas pico la situación; por ello, estamos impulsando la creación de la Defensoría del Usuario del Transporte Urbano y Extraurbano, para promover la defensa de los pasajeros y la sanción a los transportistas que incurran en anomalías”, expresa Duque.

Reconocen el problema
Ricardo Goubaud, titular de la Dirección General de Transporte (DGT), admite que dicha dependencia conoce de posibles modificaciones a los buses extraurbanos, pero que se ven limitados para determinar las alteraciones debido al poco personal con que cuentan y porque a la fecha “aún no tenemos un taller especializado para el efecto”, detalla.
“Nosotros hacemos una revisión técnica vehicular, ya sea para renovar una licencia o para autorizar una línea nueva, donde evaluamos cuatro aspectos: la condición de las llantas, el sistema de frenos, el buen estado de las luces y el motor… pero en cuanto a las modificaciones, creo que ellos (los transportistas) lo hacen muy bien y nuestra revisión no llega hasta ahí, pues no contamos con un taller especializado para el caso”, explica el Director de la DGT.
A decir de Goubaud, se hacen las “inspecciones oculares en algunos puntos que se han determinado, pero nos vemos limitados pues solo contamos con 19 supervisores para cubrir cerca de cuatro mil kilómetros de carretera que componen la red vial del país, es decir, somos insuficientes”.

Solo son adaptaciones
Itiel Ordoñez, de la Gremial de Transportistas Extraurbanos de Pasajeros (Gretexpa), admite que se hacen modificaciones a los buses, pero aclara que estas solo son “adaptaciones necesarias, pues la mayoría de unidades que se usan son rodadas de Estados Unidos, donde las carreteras tienen características distintas a la red nuestra”, explica.
“Los accidentes en el transporte no se dan en esencia por los cambios que se hacen a las unidades, los percances ocurren por la competencia que se origina a partir de la disputa de pasajes por parte de los buses piratas. Esto tiene origen en la incapacidad de la DGT para regular el transporte, ese es el verdadero problema”, expresa Ordoñez.
En consecuencia, el representante de la Gretexpa expone que lo imperativo es “llamar a la autoridad para que haga un alto a la competencia desleal, el verdadero origen de las tragedias”.

Iniciativas limitadas
A decir del Procurador de los Derechos Humanos, “el sistema del servicio de transporte público ha sido insuficientemente manejado por las diversas autoridades encargadas de su rectoría, por lo cual las iniciativas y proyectos estatales o privados, se han vislumbrado sumamente limitados a resolver la problemática existente”, precisa.
Asimismo, Guerra considera que “Siempre habrá grupos interesados en que este contexto no cambie; por ejemplo, está en entredicho el acuerdo gubernativo 225-2012, Reglamento para la Prestación del Servicio Público de Transporte Extraurbano de Pasajeros por Carretera y Servicio Especial Exclusivo de Turismo, Agrícola e Industrial, al cual se han opuesto un grupito de transportistas extraurbanos”.
“Con todos los argumentos planteados a la fecha, yo no le veo nada malo al acuerdo 225-2012; creo que hay suficientes elementos para concluir que esta normativa es necesaria”, puntualiza Duque (lea: No nos oponemos).
A decir del Director de la DGT, la disposición en mención provee “seguridad al usuario al evitar los asaltos y el cobro de tarifas alteradas, control de los ingresos a los dueños de los buses y la oportunidad de determinar la velocidad a la que transitan los automotores y si van sobrecargados”.

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